Subida al Cerro Huenes

El Pico de la Carne está situado a (1.809 m),
y es un lugar privilegiado tocado por los dedos
de los dioses de la Naturaleza.
Un mirador de inmensidad,
un perfil ilimitado de grandeza,
un paisaje de silencios.

Schissss ¿Escuchan a las diosas de las Montañas?...

...siguiendo el rastro del perfil de las diosas en cada recoveco de las montañas,
encontraremos nuestra propia seña de identidad, nuestro sendero,
nos descubriremos a nosotros mismos.

Primero se sube a Cumbres Verdes (La Zubia),
al margen izquierdo queda la Fuente del Hervidero,
y llegados al Cerro Sevilla pueden dejar el coche.
A partir de ahí kms y kms de aire puro a pleno pulmón
hasta llegar al Pico de la Carne en unas dos horas y media subiendo.

Rutas y Viajes

Cerca de la cumbre, alejados del abismo diario

Cuenta la leyenda que un jeque árabe, llamado Abu-Kazar, llegó a Granada para establecerse. El gobernador le dejó la parte superior del valle de Monachil para que se asentara con su séquito.

Abu-Kazar hizo construir un castillo en esas tierras, amasando gran fortuna y riquezas con la horticultura y la ganadería.

Pasado casi un siglo, Ismael, su bisnieto, se convirtió en su heredero. Fue hombre derrochador y codicioso, que acabó con la fortuna familiar.

Tuvo una hija, Fátima, la más bella del reino, a la que salieron múltiples pretendientes que intentaban cortejarla, accediendo al castillo de Ismael por los intrincados caminos de la sierra y que, una vez visitaban a la hermosa joven, eran asaltados y robados por el alcaide de Ismael, que actuaba a sus órdenes.

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Capitana en barco de papel

El sol acaricia al mar hasta sumergirse
en sus entrañas.
Entre sus estelas ingrávidas,
brillos de ausencias,
acusan olvidos acoplados sin márgenes.

Y es que el sol de invierno escuece,
escuece sino se conocen
todos sus horizontes por abatir.

Un paso Adelante

Este blog va a ser un recorrido por los rincones, rutas, y senderos que hay en mi provincia
y pretendo mostrar todos los lugares tan bonitos que hay y no son tan conocidos,
porque como todo lo bueno, hasta encontrarlos hay que haber visitado aquello
que a simple vista está, y entonces es cuando podemos cruzar el espejo.